jueves, 21 de mayo de 2015

Métodos para la resolución de conflictos

Esta entrada tratará las diferentes formas que existen para resolver un conflicto y evitar que tenga consecuencias negativas. Hay muchos tipos de conflictos y, por tanto, muchas maneras de solucionarlos. Sin embargo, todas ellas incluyen un proceso: un empresario puede negociar, un militar puede disuadir, un abogado puede usar mediaciones y métodos legales, etc. Aquí nosotros haremos una selección de las formas de resolución más relevantes.
  • A nivel personal: queremos desarrollar extensamente este caso, puesto que es cercano a nosotros, y puede ser de ayuda. Para la resolución de un problema a nivel personal se requiere confianza en uno mismo y en los demás, puesto que las emociones que nos suelen abordar cuando hay un conflicto son miedo, tristeza y rabia. Hay que saber expresar esos sentimientos y escuchar a los demás. Para realizar el proceso de forma ordenada, existen unos pasos:
1. Emociones: identificar tus propios sentimientos y los de los demás. Preguntarse si alguna de tus necesidades no se ha satisfecho y eso te ha conducido a experimentar rabia o tristeza, y ver si a los demás les ha pasado lo mismo. 
2. Culpas: identificar los pensamientos que generas ante los problemas. Puedes decantarte por dos situaciones:
  • La culpa la tienes tú. 
  •  La culpa la tienen los demás. 
3. Hablar: describir tu situación y escuchar a los demás. Para describirlo, hablar sobre lo que has vivido, cómo lo has interpretado, cómo te has sentido y qué te hubiera gustado que pasara (proponiendo cambios para el futuro). El otro debe escucharte y luego describir su parte.Cuando se hable, hay que ser respetuoso con los turnos, el lenguaje, los gestos, hay que centrarse en el conflicto actual, sin sacar a relucir temas pasados y aceptar las responsabilidades propias, reconociendo tus actos y sin tratar de eximirte de la culpa. Generalmente, es bueno un mediador que controle el debate y que tenga un juicio imparcial. 
4. Resolución: seguramente, conversando se saquen a la luz nuevas interpretaciones de los hechos, y se puedan comprender los sentimientos del otro. Así se podrá llegar a un acuerdo o a la comprensión final de la situación del otro, y resolver el conflicto. El mediador puede ayudar en ello.


  •  A nivel político: éste es un proceso a menudo más complicado que el anterior, pues requiere de la identificación del conflicto y las causas por las que cada parte cree que se ha producido. Ambas facciones deben querer colaborar entre ellas para poder llegar a un acuerdo y, como en el caso anterior, se tienen que escuchar mutuamente. Para ello existen debates, reuniones, etc. La resolución óptima sería la firma de tratados, acuerdos, treguas o paces, y el deseo de mejora y desarrollo para la región y su sociedad.

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